Lesiones deportivas

El deporte completa el uso repetido de determinadas partes de una articulación o un hueso. El desgaste que esto supone en la persona no entrenada puede llevar a las denominadas <fracturas de estrés> o a las <tendinitis por un uso excesivo>

La condición física del deportista

Practicar un deporte es la mejor forma de mantenerse sano. Son muchas y variadas las lesiones deportivas; depende de las exigencias físicas de cada deporte y de la condición, resistencia y fuerza del que lo practica. Muchas de estas lesiones se deben a movimientos repetidos o tensiones continuadas sobre las articulaciones, músculos y huesos. Para cada clase de deporte se recomienda el entrenamiento específico con el fin de incrementar la resistencia y la fuerza del deportista, para adaptarlas a las tensiones que tiene que soportar en cada momento.
La condición física es el primer equis oro para que una persona pueda participar en un determinado deporte. Esto quiere el desarrollo lento de la capacidad física en todas las áreas, de tal manera que le permita soportar el esfuerzo inicial del entrenamiento.
La resistencia implica un incremento en la capacidad de reserva, especialmente del corazón y de los pulmones. El corazón tiene que bombear sangre a un ritmo más acelerado y los pulmones han de va parir mayor volumen de aire. La fuerza se desarrolla fomentando la potencia muscular, proceso lento que conlleva la ejercitación algo más intensa de los músculos durante un cierto tiempo. Cuando un individuo se ha ejercitado hasta el límite requerido paga practicar un deporte concreto, la posibilidad de que sufra una lesión es menor y, si se lesiona, su favorable condición física facilita notablemente el proceso de curación

Cómo aliviar una lesión de las extremidades

1.      Abandonar de inmediato el encuentro deportivo para no agravar irreversiblemente la lesión.
2.      2. Cubrirse con una manta o cualquier ropa de abrigo que tenga a mano.
3.      3. Aplicar una bolsa de plástico llena de hielo o compresas de agua helada en la zona lesionada.
4.      4. Inmovilizar la zona lesionada con un vendaje y acudir a un centro médico lo antes posible.

Lesiones por la práctica excesiva de ejercicio

Incluso los deportes más populares deben practicarse en la justa medida apropiada para cada uno, con la progresión adecuada en el esfuerzo a realizar y con un entrenamiento progresivo que evite lesiones por sobreesfuerzo. Las lesiones más conocidas que se dan en los colegios son las de "El pie del corredor"

El pie del corredor

Se trata de una lesión provocada por una fractura de estrés. Las fracturas de estrés son comparables a la rotura de un alambre, que sólo puede partirse fácilmente tras flexionarla una y otra vez hasta que se rompe.
El estrés continuado en un punto del pie al correr da lugar a la fractura del segundo o tercer metatarsianos, que son generalmente los más afectados. El corredor se impulsa con el extremo del pie, casi con la punta de los dedos; eso supone una sobrecarga contante para los metatarsianos de los primeros dedos. Puesto que el metatarso del primer dedo (el dedo gordo) es fuerte, son el segundo o tercer metatarsianos los que más sufren, y pueden llegar a romperse con fracturas imperceptibles en la radiografía inicial pero que igualmente causan un dolor intenso y tan sólo sin visibles cuando se ha formado el callo de la fractura. Son las llamadas <fracturas de estrés>. Otro ejemplo de fractura por el estrés es la de la tibia, algo que también suele ocurrir en el corredor.
El pie del corredor requiere como primera medida evitar todo lo que suponga correr. La citación de la fractura suele tomar entre 3 y 13 semanas, según la edad de la persona





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