La
electricidad puede provocar quemaduras que parecen pequeñas por fuera, pero
tienen mayor extensión interna de la que aparentan. Además de su efecto
inmediato, es importante valorar las consecuencias a medio plazo que pueden
tener las quemaduras eléctricas.
Cómo actuar ante una quemadura eléctrica
1. Cortar la corriente eléctrica o separar
al accidentado de la fuente de electricidad. Para ello, es imperativo no tocar
directamente al accidentado sino desconectar el interruptor o los fusibles.
2. Si ello no es posible, hay que apartar
al accidentado de la fuente de electricidad, asegurándose de que esté aislado
(no va descalzo ni está mojado) y empujándolo o agarrándolo con un material
aislante.
3. Una vez apartado de la fuente de
electricidad, hay que valorar inmediatamente las funciones vitales:
respiración, latidos cardíacos, sensibilidad y conciencia.
4. Si la víctima no respira, iniciar
inmediatamente la respiración artificial.
5. Si sufre un paro cardiaco, se ha de
aplicar un masaje cardíaco externo, si el reanimador está solo y no cuenta con
otra ayuda, habrá que alternar con las respiraciones artificiales.
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