Los
cuerpos extraños en las vías respiratorias pueden ser muy difíciles o fáciles
de extraer, según sea su consistencia y la técnica utilizada. Una mala técnica
puede introducirlo a más profundidad y complicar el problema.
Si
una persona tose porque se atraganta nunca se debe intentar extraer un cuerpo
extraño por vía oral, pues se corre el riesgo de que se hunda más.
La
presencia de tos persistente en un niño puede ser un síntoma muy significativo
de que ha tragado un cuerpo extraño, y que se encuentra alojado en los
bronquios.
Dar palmadas fuertes en la espalda a las personas atragantadas es aconsejable en el caso de que, tras la tos inicial, ésta pueda respirar y hablar con normalidad. Pero si el cuerpo extraño queda alojado en su garganta, es posible que bebiendo sorbos de agua se resuelva el problema.
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